En cuanto al almacenamiento de energía, el debate entre las baterías NMC (Níquel Manganeso Cobalto) y las baterías LFP (Fosfato de Hierro de Litio) es significativo. Las baterías NMC se distinguen por su mayor densidad de energía, lo que permite una mayor capacidad de almacenamiento de energía en un tamaño más pequeño. Esta característica las hace particularmente ventajosas para aplicaciones en las que el espacio y el peso son factores críticos. Además, las baterías NMC funcionan excepcionalmente bien en diversas condiciones ambientales, asegurando que satisfagan las necesidades de usuarios industriales y comerciales en todo el mundo.